Estrategias para animar a una persona triste y alegrarle el día

Ofrecer apoyo emocional

Una de las mejores estrategias para animar a una persona triste es ofrecerle apoyo emocional y demostrarle que puede contar con nosotros. Generalmente, se trata de escuchar de forma activa y empática lo que tiene que decir, brindándole un espacio seguro en el que pueda expresar sus emociones sin temor a ser juzgada.

Dependiendo de la situación que esté atravesando la persona también se puede brindar una palabra de aliento, sin invalidar lo que siente. Esto aplica para muchos casos, y es que a lo largo de la vida las personas pasan por una variedad de situaciones difíciles, como lo puede ser una ruptura amorosa o la pérdida de un ser querido.

Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, para animar a una persona triste hay que hacerle saber que nos importa lo que siente y que estamos disponibles para escucharla y ayudarla.

Planificar actividades para hacer juntos

Además del apoyo emocional, que es una de las herramientas más importantes para animar a una persona triste, es necesario que la persona cambie de entorno y que encuentre algo en lo que pueda distraerse. En este sentido, se pueden planificar actividades para hacer junto a la persona que está triste o con un grupo más grande de personas.

La idea es crear momentos significativos que ayuden a desviar la atención de los sentimientos negativos. Las opciones son muy variadas, todo depende de los gustos y las preferencias de la persona, y de la relación que se tenga con ella.

BetterUp recomienda actividades como juntarse para tener una noche de películas. Aunque en este tipo de actividades no se conversa mucho, se puede pasar tiempo de calidad con la persona y, sobre todo, hacerla sentir acompañada.

Brindar ayuda práctica

Para animar a una persona también se le puede ofrecer algo de ayuda práctica. Algunas veces las tareas cotidianas pueden resultar abrumadoras, especialmente cuando se está pasando por un momento difícil.

Contar con el apoyo de alguien para realizar tareas como limpiar, cocinar u ordenar la casa puede ser reconfortante, ya que se sabe que no se está solo a la hora de enfrentar las dificultades de la vida.

Respecto a esto, Healthline recomienda consultar a la persona directamente para saber con qué necesita ayuda. También se puede tomar la iniciativa si, por ejemplo, se nota que la persona no ha tenido tiempo o ánimo de ir al supermercado.

Se trata de ofrecer acciones concretas que alivien la carga emocional y práctica que la persona puede estar experimentando. Aunque parezca que la ayuda que se le ofrece es mínima, puedes tener la seguridad de que para la persona que la recibe es muy valiosa.

Compartir historias de motivación

Para animar a alguien triste también se recomienda compartir algunas historias de motivación, de manera que la persona pueda tener ejemplos de superación y resiliencia. Esto se debe hacer sin comparar a la persona con el protagonista de la historia, porque no todos cuentan con las mismas habilidades para enfrentar los problemas que se les presentan.

La idea de compartir estas historias es que la persona pueda tener una perspectiva diferente frente a las dificultades. También que encuentre consuelo en la capacidad que tenemos los seres humanos para adaptarnos y crecer, aunque las circunstancias estén en nuestra contra.

Enviar un mensaje de apoyo

Un simple mensaje de texto puede alegrar el día de una persona, aunque parezca que se trata de algo mínimo. Este gesto puede transmitir comprensión y empatía por las emociones que la persona está experimentando, lo que hace que se sienta menos sola y abrumada por la situación.

Mental Health America destaca que para quien recibe el mensaje es importante sentir que alguien la apoya. Solo hay que tratar de seleccionar muy bien las palabras, asegurándose de que sea un mensaje alentador y reconfortante.

Expresar afecto y cercanía

Ya sea de manera presencial o a través de un mensaje, para animar a una persona triste también es importante expresar afecto y cercanía. Esto se puede lograr de muchas maneras, ya sea a través de un “te quiero”, de un abrazo o de acciones que le demuestren que nos preocupamos por ella y que nos importa lo que le sucede.

En los momentos de tristeza, un abrazo puede ser muy reconfortante, porque brinda consuelo y demuestra que se está presente para apoyar a la persona con lo que necesite.

De igual manera, es importante indagar más sobre las emociones de la persona, ya que algunas veces no solo se trata de tristeza, sino que se puede estar sufriendo de depresión.

Recordar los momentos felices

En las situaciones más difíciles es cuando tiene más relevancia recordar los momentos felices, porque nos sirve para tener presente que en la vida existen muchas razones para sonreír. Estos recuerdos actúan como una luz que brinda consuelo y esperanza, recordándonos que la tristeza actual no define nuestra totalidad ni define el curso de nuestro futuro.

Así que, para animar a una persona triste, también es muy útil tener una conversación en la que se rememoren los momentos que se vivieron juntos, y las experiencias bonitas que se compartieron.

Hacer algo nuevo

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos tiene algunas recomendaciones para conversar con las personas cuando están tristes o deprimidas, y recomienda que mostremos que nos interesa el bienestar de la persona con frases como “me gustaría pasar más tiempo contigo”.

Sin embargo, más allá de las frases de afecto que podamos compartir, es fundamental pensar en actividades que puedan servirle a la persona para estar de mejor ánimo. Por ello, es recomendable invitarla a salir de la rutina diaria y llevar a cabo actividades nuevas y divertidas.

Lo nuevo trae consigo un sentido de aventura y descubrimiento, y en momentos difíciles, puede servir como una válvula de escape emocional. La idea es permitirse experimentar algo nuevo, bien sea que se trate de visitar un lugar nuevo o de probar alguna comida.

Es recomendable que se incentive a la persona a practicar alguna actividad física o ejercicio. Está demostrado que tienen un impacto positivo sobre el bienestar de las personas. Puedes consultar nuestro post sobre ejercicios de relajación y comprobar el efecto positivo que tienen en el bienestar de las personas.

Brindar una perspectiva diferente sobre los problemas

Pensar en otras formas de interpretar lo que le sucede a la persona puede ser algo muy útil, porque le brinda una visión más amplia y le permite explorar diferentes perspectivas. No se trata de negar o invalidar sus sentimientos, sino de darle un giro a la situación, tratando de buscar algo de luz en la oscuridad.

Es importante resaltar que incluso en las circunstancias más difíciles se pueden encontrar algunos aspectos positivos, y que algunas veces los problemas son más o menos graves en función de la manera en la que los interpretemos.

¿Por qué es importante animar a una persona triste?

La tristeza es un sentimiento normal, y la mayoría del tiempo no hay inconvenientes con experimentarla. Sin embargo, en algunas ocasiones puede ser el detonante de problemas de salud mental, y afectar significativamente la calidad de vida de una persona.

Además de los beneficios emocionales de ayudar a los demás, tenemos que resaltar que demostrarle a la persona que estamos para ella puede hacer una diferencia importante sobre su vida. En algunos casos las personas solo requieren un poco de ánimo para superar las dificultades.

¿Qué se debe evitar a la hora de animar a una persona triste?

Utilizar las palabras para animar a una persona triste puede ser algo positivo, pero hay que tener mucho cuidado con lo que se dice, porque algunas veces las personas se pueden sentir heridas o atacadas.

Esto sucede, generalmente, cuando se minimizan los sentimientos de la persona o cuando se la presiona para que se sienta bien de forma inmediata.

Es necesario acercarse desde la empatía y la solidaridad para evitar que la situación empeore. La tristeza es una emoción válida y sentirse triste no es algo que deba menospreciarse o desestimarse.

Cuando se le resta importancia a lo que está viviendo la persona, no solo demostramos que tenemos poca empatía, sino que podemos hacer que se sienta criticada, juzgada e invalidada. Esto impacta negativamente sobre su bienestar, y puede generar una mayor sensación de soledad.

De igual manera, se debe evitar dar consejos que la persona no solicitó, o intentar ofrecer soluciones rápidas para sus problemas. Aunque esto se haga con buena intención, puede ser inoportuno y hacer que la persona se sienta más abrumada.